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Césped artificial, la mejor opción
Opción, en sus varias acepciones, se define como libertad o facultad de elegir. Cada una de las cosas a las que se puede optar. Luego se trata de elegir bien o mal. Y el cesped artificial es una de esas buenas elecciones que tomamos
Todo aquel que dispone de un espacio o extensión verde -bien en equipamientos públicos, o privados- en algún momento se enfrenta a esta pregunta: ¿ césped artificial versus césped natural ? Afirmar, a bote pronto y sin ambages, que sustituir nuestro césped natural por otro artificial es la mejor opción, implicaría un discurso algo superficial, casi pretencioso. La aseveración más adecuada sería afirmar que el césped artificial supone la elección óptima en la mayoría de los casos
Todo aquel que llega al punto de plantearse este dilema es, evidentemente, un amante de la naturaleza, alguien que desea rodearse de un entorno bien cuidado para su propio disfrute y el de otros. Por eso, decidirse a sustituir la hierba natural por una artificial, debe ser un paso bien meditado
Y es que no todo el que aprecia los espacios verdes tiene el tiempo y la voluntad para dedicarse a la ardua tarea de cuidarlo. Es aquí donde el césped artificial puede reportar grandes satisfacciones. Si, por el contrario, somos de aquellos que logramos mantener un jardín bien cuidado:
• sin mucho esfuerzo y recursos
• sin la amenaza de plagas y, como consecuencia, sin pesticidas
• sin riesgo de alergias ( fiebre del heno, polinosis, etc... )
• sin oscilaciones ambientales extremas ( calor y frío estacional extremo )
• soportando los gastos y costes recurrentes y periódicos que supone su cuidado
en este caso, el césped natural siempre será la opción perfecta
Por otro lado, y dado que todas estas idílicas premisas no se ven materializadas en la mayoría de las ocasiones,el césped artificial aporta una serie de ventajas evidentes:
• adaptabilidad a las más diversas condiciones climáticas
• excelente proyección estética
• fácil mantenimiento
• mínimo impacto medioambiental
• amortización de la inversión inicial en poco tiempo
En resumen, antes de decidirse, conozca, palpe, sienta el césped artificial. Acérquese y tóquelo, acaricielo, camine descalzo sobre él y descubra cómo reacciona a su contacto. No le decepcionará